lunes, 21 de agosto de 2017

Querido TIM KRUGER (Carta de amor soñada)

Querido Tim:

He recibido tu postal y, ahora más que nunca, creo que va siendo hora de que me arme de valor y sea sincero contigo. Y digo "ahora más que nunca" porque no puedo seguir resistiéndome a tu encantadora sonrisa. Estoy enamorado de ti


De tu mirada de ojos azules absolutamente cómplice, de tus eternas ganas de pasarlo bien, de (como te decía) tu franca sonrisa que me invita a ir al fin del mundo... Invitación que yo aceptaría encantado.




Ya solo imaginarme cómo me esperarías para recibirme haría que fuera corriendo a tus brazos. A sentir el calor de tu pecho, la seguridad de tu espalda, el increíble cosquilleo provocado por el roce de tu imponente paquete con el mío.


¿Y tú me preguntas quién es QUÉ? 


Imagino cómo te gustaría escuchar mil veces tu nombre como respuesta. Porque ten por seguro que es lo único que saldría de mi boca. Aparte de ser la verdad, ver cómo acto seguido me sonríes complacido me haría tener la erección más instantánea de mi vida. 


Mi héroe diario, LA fantasía alemana que ha llegado para quedarse POR FIN. Mi daddy, al que sería siempre fiel. 


Incluso aunque yo fuera de flor en flor. Incluso aunque él hiciera lo mismo. Yo volvería siempre y él siempre me estaría esperando. Eso es lo verdaderamente importante. Cómo me encantaría llegar a casa y encontrarte así, Tim, con esa cara de pillo, como si nunca hubieras roto un plato. 


Joder, cómo podría resistirme. Con esa carilla de "¿vienes?". Y encima mostrándome tu precioso paquete. Te complacería siempre, arrodillándome ante él para no parar de venerarlo. Porque tú no me engañas. Me captarías con tu sonrisa de niño bueno, pero en cuanto me tuvieras, me abrazarías, me besarías y, ya serio, me bajarías hacia tu tesoro: daddy quiere una buena comida de rabo. Qué cabrón. Porque además mi daddy sabe que yo quiero comer.


Así que empezamos: daddy quiere entregarme todo su amor y para ello debo chuparlo entero. Sí, dame rabo, Tim, por favor, sabes que lo deseo desde que entré por esa puerta. Dame todo tu amor, yo corresponderé con avidez.


Guíame suavemente, fóllame la boca todo lo que quieras, estoy a tu servicio.


Cuando invites a amigos, relájate y disfruta. Siente cómo todas las bocas saborean tu polla, cabrón. Te haremos sentir el rey.


Pero ya sabes que eso lo hago yo solo con mucho gusto. Deja que pruebe cada centímetro de ese increíble pollón que desprende olor a puro macho mientras observas, complacido, cómo me convierto en tu esclavo. A mí me pone a mil complacerte.


Porque quiero que mi hombre sienta en todo momento que su preciado tesoro es el único que existe.



Porque esa preciosa curvatura que termina en un capullo de ensueño, apuntando hacia el cielo; ese perfecto grosor venoso; esa fuerza de macho que pide a gritos "cómeme" forman un regalo glorioso. Un imponente falo bellísimo que, además, está coronado por tu divino vello dorado; como no podía ser de otra manera, pues todo tu cuerpo está esculpido por los dioses. Y yo tengo el privilegio de que lo quieras en mi boca, por lo que solo puedo postrarme y venerarlo. Aliméntame, Tim.




Porque todo tú eres un dios del éxtasis.


Cuando me vayas a follar, no te cortes, rómpeme el culo. Solo tú mereces hacerlo completamente. Eres el rey, mi agujero debe estar abierto para ti, saboréalo, cómetelo entero y fóllame como si no hubiera un mañana. Muestra tu triunfo tras varias embestidas, que sé que te gusta pavonearte con el ojete que has reventado, cabronazo.


Cabálgame como el potro desbocado que eres. Haré que te vuelvas loco mientras aprieto mi culo para que sientas tu rabaco calentito y me lleves al cielo. Sé que en ese momento sonríes y de qué manera. Cómo disfrutas sabiendo que soy tu putita.


Es más, cuando traigas amigos, compárteme, sé que te pone ver cómo le como la polla a tu compañero. A mí me enciende cada vez más ver cómo se sienten cómplices mientras me las como a pares. Sabiendo que después me van a follar los dos como la PUTA que soy.



Pero sabes que lo soy únicamente por ti. Por eso me cuidas. Por eso me quieres y lo sé por cómo me abrazas y cómo me besas cuando me follas. Adoro sentir tu calor en mi espalda, a mi alrededor o frente a frente, ardo cuando nos restregamos mutuamente nuestro vello sudoroso y nos convertimos en uno. Sí. Tu única verdadera putita soy yo. La que de verdad te hace sentir un dios en la tierra. Y yo siento que siempre estás ahí para protegerme.



Lo sé cuando haces que explote en medio de tus embestidas y cuando te corres en mi boca como regalo definitivo. Si es que te chifla dejarme la carita llena de tu lefa como firma. Y sabes que adoro saborear tu leche. Cuando, una vez más, me das unas palmaditas en la cara y me dices que me quieres es inevitable que siempre acabe con una sonrisa.








...Y esto es solo parte del gran mundo que compartiríamos. Te amo, Tim. Me quieres haces creer que no rompes un plato, pero me muero por que que me demuestres cómo me destrozarías la vajilla entera. Y sé que lo harías.


¿A que sí? No disimules ahora...